Hoy es feriado, tenés tiempo. No hay excusas. Largá el diario, la compu, la tele, y ponete con tu pibe, con la nena, con toda la familia, a pensar en Malvinas.
Empezá a explicarles, y que ellos te cuenten, qué significan esas islas, qué fue la guerra de 1982, la dictadura cívico militar, los desaparecidos, la destrucción del aparato productivo nacional, la deuda externa, la apropiación de nuestras riquezas por parte de las corporaciones transnacionales en alianza con la oligarquía local, la pérdida de la soberanía económica en manos del FMI y la banca internacional...
Malvinas no son dos pedazos de tierra vacía en medio del Atlántico sur, son un remedo trágico de la dictadura y el genocidio, de los falcon verdes y los pibes estaqueados en la nieve y el horror.
Malvinas fue el grano de pus que explotó en la cara de los cobardes generales Leopoldo Fortunato Galtieri y Mario Benjamín Menéndez, pero la infección siguió...
Aunque bajó la fiebre represiva, condicionó a la joven democracia enferma, tuvo unos picos de fiebre y grave recaída carapintada, le dieron el alta muy débil, con mucho neoliberalismo, y casi que se muere en 2001...
Y recién ahora se está recuperando, tomando fuerza, vigor soberano, independencia económica, justicia social. Nuestra Democracia recuperó a sus amigos de suramérica, que tenía olvidados, y ya no está más sola.
Malvinas nos enseña, nos recuerda, que a los pibes y pibas hay que cuidarlos, son el futuro, el presente y la historia...
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