Gastón, de 13 años, vivía en la casa 96, manzana 2, de la villa Rodrigo Bueno. Ayer salió del colegio, llegó a su casa y en el barrio se puso a jugar con el gato. Eran las seis y media de la tarde cuando la mascota se perdió y tratando de encontrarla cayó de cabeza en un pozo ciego de 6 metros de altura. Lo encontró una tía que pidió ayuda a gritos. La familia llamó tres veces al SAME y la ambulancia no llegó. Varios vecinos lo sacaron del pozo pero cuando salió, Gastón, tenía con convulsiones. “Apareció un patrullero, 40 minutos después”, publicó la revista La Garganta Poderosa.
Los peritos informaron que el nene de 13 años murió ahogado. La tierra y humedad del pozo le taparon la nariz. Hasta ayer, Gastón tenía un motivo de alegría: había empezado el secundario en Ingeniero Huergo. Pero el final de esta historia es trágico. Y lo peor, se podría haber evitado.
Un asentamiento de 30 años
El barrio Rodrigo Bueno está ubicado a pocas cuadras de Puerto Madero. Tiene cerca de 2.000 habitantes y debe su nombre al cantante bailantero "Rodrigo”. Es uno de los asentamientos más antiguos de la Ciudad: se forjó durante los años 80´ cuando el predio estaba completamente abandonado. El gobierno de Raúl Alfonsín colaboró para que la entonces intendencia de Buenos Aires diera lugar al primer grupo de familias que habitó la zona.
Después de 30 años, los vecinos siguen con los mismos problemas que en los 80’: no tienen cloacas, ni agua potable y cuentan con instalaciones eléctricas muy precarias, con cables al aire. Además de pestilencia, enfermedades y mosquitos.
Los problemas estructurales de la villa provocaron, en agosto de 2013, otra muerte infantil: la de María, una nena de 5 años que murió incendiada en la casilla donde vivía junto a su familia.
«La de María como la de Gastón no son muertes naturales. Son accidentes que deberían prevenirse si el barrio estaría urbanizado» aseguró Marino Sosa, vecino y delegado del barrio.
Marino explicó que en muchas casas se ven obligados a hacer pozos ciegos por la falta de cloacas. «Si tuviéramos vertederos no pasaría lo que pasó» asegura el delegado.
Polémica por urbanización
En 2005, un grupo de vecinos del barrio inició una acción de amparo para que se les garantice el derecho a una vivienda digna, ya sea a través de la urbanización del barrio o mediante el acceso a una vivienda dentro del radio de la Ciudad.
Tres años después, en 2012, la Justicia de primera instancia hizo lugar al reclamo de los vecinos: ordenó la urbanización del barrio. Pero el gobierno de la ciudad apeló la urbanización y finalmente la Sala II de la Cámara Contencioso Administrativo y Tributario de la Ciudad, revocaron la sentencia y rechazaron el reclamo de los vecinos.
Los magistrados sostuvieron que las familias no tenían ningún título que avale la ocupación. Y aseguraron que la decisión de urbanizar un barrio excede el ámbito del Poder Judicial y corresponde al gobierno porteño.
El PRO argumentó a favor de la propiedad privada y aseguró que esas tierras son fiscales y que fueron usurpadas. Sin embargo fue durante el gobierno de Raúl Alfonsín que el Estado autorizó a las familias para que se radiquen en la zona.
Para los vecinos del barrio Rodrigo Bueno, la negativa del PRO a urbanizar del barrio, tiene otro motivo: esas tierras tienen hoy un valor inmobiliario muy alto y planean construir el Proyecto Santa María del Plata: Un "nuevo Puerto Madero" emplazado en Costanera Sur que incluirá edificios de viviendas, docks, embarcaderos, un hotel y hasta un centro comercial.
Fijate que poca pelota se le da a estas tragedias cotidianas, totalmente previsibles pero que, realmente, a muy pocos importa.
ResponderEliminarUno desearía que esta denuncia que sólo escuché a través de Radio Nacional en el programa de Roberto Caballero y ahora en este blog, fuera asumida y amplificada, no digo por todos los representantes de la política, sino por la gente del propio palo. Y no es así.
Aquí también se perdió OTRA VIDA. Un pibito con todo el camino por delante. Y no hay marchas de indignados con cartelitos que recen "Yo soy Gastón".
Pura hipocresía. Pero no esperemos que quienes causan estas desgracias sean quienes las asuman cuando ni siquiera a "nuestra" gente, salvo honrosas excepciones, se le mueve un pelo.