Muchas de las fotos de este blog son de Ramiro Sisco con la comunidad Pilagá, en Las Lomitas, provincia de Formosa, Argentina.

miércoles, 28 de noviembre de 2018

"TODES", NO... "TODOS Y TODAS", TAMPOCO.




Para la RAE, no se puede usar lenguaje inclusivo pero sí "otubre" y "TQM".

El organismo rechazó el uso de "todes", al igual que expresiones como "compañeros y compañeras", pero sugiere decir "guasap".




La pelea sin fin de la Real Academia Española (RAE) con el lenguaje inclusivo continúa. En un nuevo manual de estilo dedicado a la era digital admiten que Internet "está cambiando el mundo y la escritura" y recomiendan el uso de palabras insólitas, al tiempo que reniegan del uso de expresiones como “todes” que cada vez crece más entre los y las adolescentes.

La RAE, con su nuevo Libro de estilo de la lengua española, pretende incorporar modismos y reglas gramaticales típicas de Internet, aunque forzando modificaciones para que queden “castellanizadas”.

Con ese afán, mientras que sostiene que es incorrecto decir “todxs” o “tod@s” (palabras que hoy en día son de uso cotidiano para muchas personas en la web), propone escribir "yutubero" en vez de youtuber.

    → Evidentemente, estos señores reproducen la violencia que padecen nuestras mujeres día a día, porque desconocer el lenguaje inclusivo es prolongar los efectos del machismo en todos los rincones de nuestra vida donde el lenguaje articula las relaciones sociales e interpersonales.

También recomienda la abreviatura “tqm” en vez de la popularizada “tkm”, y plantea que es mejor decir "memoria USB" o "lápiz de memoria" que pendrive. Además, también sostiene que es correcto escribir palabras con evidentes errores gramaticales, tales como "guasap" (por WhatsApp), "tuit" (en vez de tweet), o "jáquer" (en lugar de "hacker").

En el libro, la RAE plantea que son “innecesarias” palabras como "todxs", "todes" o "tod@s" porque el genérico en masculino "puede abarcar el femenino en ciertos contextos". Esto es contradictorio, ya que en esa misma frase admiten que el masculino no sirve para referirse a grupos mixtos de personas por igual en cualquier situación y, por lo tanto, no responde a las necesidades de quienes hacen uso del lenguaje de esa forma.

En ese sentido, también considera que está mal hablar con “duplicados” tales como "los argentinos y las argentinas", o “compañeras y compañeros”, expresiones que no sólo permiten referirse en condiciones de igualdad a grupos en los que hay mujeres y hombres, sino que también tienen una fuerte carga simbólica.

“El masculino, por ser el no marcado, puede abarcar el femenino en ciertos contextos. No hay razón para pensar que el género masculino excluya a las mujeres en tales situaciones", plantearon en la publicación, al tiempo que el director honorario de la RAE, Víctor García de la Concha, sostuvo: "No hace falta forzar para duplicar, no hablamos así".

El académico, por otro lado, también opinó que el uso del concepto de “género” responde a una influencia de las universidades de Estados Unidos y planteó que, en español, el término correcto es “sexo”, que es "una condición orgánica que tiene poco que ver con el género".

Esto es falso, ya que tanto en español como en inglés el término “sexo” hace referencia a los genitales con los que se nace, mientras que “género” se refiere a la expresión de la identidad propia de cada persona (que puede ser femenina, masculina o más difusa).





La Real Academia Española editó su primer manual de estilo en el que incorpora nuevos términos y aclara el uso de otros de acuerdo a la correcta utilización de la “norma panhispánica”.

La novedad es que el texto fue pensado para los escritores digitales y por eso incluye términos como “yutubero”, “wasap”, “tuit” y hasta cómo deben usarse los emoticones.

La RAE además sentó su posición definitiva con respecto al lenguaje inclusivo: rechazó de cuajo el todos y todas y la incorporación de las variantes de la e, x y @

"El masculino puede abarcar el femenino en ciertos contextos. No hay razón para pensar que excluye a las mujeres", remarcaron desde la Academia.

Con respecto a la búsqueda de un lenguaje inclusivo, una de las reivindicaciones del movimiento de mujeres, la RAE insistió con el uso del masculino como genérico y descartó cualquier modificación en este sentido. Incluso desaconsejó el uso de “todas y todos”. "No hace falta forzar para duplicar, no hablamos así", sostuvieron.

"En español, el género masculino, por ser el no marcado, puede abarcar el femenino en ciertos contextos. No hay razón para pensar que el género masculino excluya a las mujeres en tales situaciones", sostuvo De la Concha. Sobre esto, otra de las autoridades de la Academia, Darío Villanueva, remarcó que no es necesaria una mayor igualdad entre mujeres y hombres. "El problema es confundir la gramática con el machismo", sostuvo.

    → Sin ruborizarse, estos señores desconocen la lucha de nuestras mujeres para no ser maltratadas, golpeadas, violadas, asesinadas, discriminadas, ninguneadas... en una sociedad violenta donde el hombre maneja todos los estamentos de poder, y la educación machista se prolonga en el tiempo a través de las generaciones. En el lenguaje se está dando una feroz batalla por el sentido y la construcción de subjetividad para la libertad y la igualdad de género.

Los académicos continúan con su divague pseudo intelectual:

"Si la lengua es dinámica y evoluciona con sus hablantes, este libro lo que pretende es ocuparse de las dudas que surgen diariamente más que ofrecer tratados completos”, señalaron en la presentación. El libro, de 504 páginas, fue pensando para los “escritores digitales” y un público no académico, remarcó el director honorario de la RAE, Víctor García de la Concha.



Entre las incorporaciones, el compendio aprueba la abreviatura “tqm” para decir “te quiero mucho” y propone rectificar una palabra mal escrita con un asterisco a continuación ("¿Bamos a comer? *vamos”). También incluye la posibilidad de repetir los signos de admiración al principio y al final de la palabra cuando se quiere remarcar mucho algo, por ejemplo: ¡¡¡Hola!!!. Lo importante es usar la misma cantidad al abrir y al cerrar la exclamación.

En cuanto a los emoticones sugiere escribirlos sin una coma de por medio pero sí tras un espacio de separación de la última palabra y un punto después del símbolo si es que está al final de la oración.

En esta edición la academia agregó también un glosario con recomendaciones sobre cómo escribir los términos que suelen usarse en el mundo digital. Se recomienda usar “yutubero” en vez de youtuber, “wasap” en vez de whatsap, “tuit” y “jáquer” y no hacker.





Aquí, la burla de un machista misógino y reaccionario...





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domingo, 11 de noviembre de 2018

Trabajo Infantil en JUJUY, el Feudo de Gerado Morales




El gobierno de Gerardo Morales autorizó que 45 niños y adolescentes de entre 10 y 17 años ingresen al mercado laboral, sólo en lo que va de 2018, mayoritariamente en el campo.

Según los decretos firmados por el dirigente de Cambiemos, los menores de edad trabajan en cañas de tabaco, plantaciones y hasta el sector textil.

Según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el trabajo infantil se refiere a cualquier labor que es física, mental, social o moralmente perjudicial para el niño, que afecte su escolaridad y le impide jugar.

En Jujuy, la Ley 26.390 prohíbe el trabajo de menores de 16 años (sancionada durante el primer gobierno de Cristina Fernández) y señala que sólo pueden hacerlo si se trata de jornadas reducidas (de no más de seis horas), así como que las tareas no impliquen riesgo alguno, que no sean en horario nocturno, que el salario sea igual al de un adulto en igual tarea y que además cuenten con la autorización de los padres ante la Dirección Provincial de Trabajo.

Estos datos publicados por el diario El tribuno se dieron a conocer durante el Encuentro de Comisiones Provinciales para la Prevención y Erradicación del Trabajo Infantil de la región NOA realizado este miércoles 7-11.

Entre las disertaciones se destacaron la visión del Sector Empresario en la Prevención y Erradicación del Trabajo Infantil.

La Encuesta de Actividades de Niños, Niñas y Adolescentes (Eanna), realizada entre 2016 y 2017 indican que en el país, un 10% de los niños tiene un trabajo, lo que está prohibido por ley. El porcentaje asciende al 13% en el Noroeste argentino (NOA) y en el Noreste argentino (NEA), y a un 20% en las zonas rurales.

Además, señala que el trabajo no permitido se intensifica entre los adolescentes de 16 y 17 años: el 31,9 % del total del país realiza al menos una actividad, mientras que en las áreas rurales lo hace el 43,5%. En tanto que la incidencia del trabajo es mayor entre los adolescentes, con 36,8 % en el NOA y un 34% en el NEA.

En el ámbito educativo, los hogares con al menos un niño o adolescente que trabaja presentan un clima educativo bajo: el 68,2% de los hogares urbanos y el 87,7 % de los del medio rural que están integrados por adultos con un nivel educativo inferior al secundario completo.

infonews




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domingo, 4 de noviembre de 2018

IDENTIDAD de GÉNERO y NORMALIDAD






La identidad de género alude a la percepción subjetiva que un individuo tiene sobre sí mismo en cuanto a su propio género, que podría o no coincidir con sus características sexuales; este, puede considerarse como el sexo psicológico o psíquico y se constituye en uno de los tres elementos de la identidad sexual junto a la orientación sexual y el rol de género, ​ ─relacionándose «con el esquema ideoafectivo de pertenencia a un sexo»─ por lo que sería la expresión individual del género.​


Identidad sexual es la percepción subjetiva y privada que un individuo tiene sobre su patrón de atracción sexual y romántica.​ La identidad sexual está estrechamente relacionada con el comportamiento sexual y la orientación sexual, sin embargo, la identidad se refiere a la concepción de los individuos sobre sí mismos, el comportamiento a los actos sexuales llevados a cabo por los individuos y la orientación a la pauta de atracción sexual y romántica hacia otras personas según su sexo o género.​ Es decir, es posible que haya personas a pesar de que objetivamente mantienen relaciones sexuales con personas de su mismo sexo, puede que no se identifiquen sexualmente como gais, lesbianas o bisexuales.​

Históricamente se ha tendido a asumir que sólo las personas pertenecientes a minorías sexuales experimentaban el proceso de construir su identidad sexual, sin embargo, otros modelos contemporáneos consideran que es un proceso universal y que la identidad sexual se encuadra dentro de un campo teórico más amplio que incluye el proceso de construcción de la propia identidad...





Cuando una mujer nace en un cuerpo cuyos genitales son masculinos y, posteriormente, quiere "transicionar" se dice que es una mujer transexual; en el caso de los hombres, el término que se usa es el mismo. Una persona transexual es, pues, una persona que nació con unos genitales con los que no se siente identificada.

Cuando una persona nace con los genitales con los que realmente se siente identificados, se habla de una persona cisexual. Por ejemplo, una mujer que se siente identificada con los genitales con los que nació, o un hombre al que le sucede lo mismo.

Hay un punto importante, no todas las personas transexuales tienen que "transicionar" para ser mujer u hombre. Una mujer es mujer, independientemente de los órganos sexuales que tenga. Porque el hecho de ser mujer va mucho más allá de tener vagina.

Dentro de la identidad sexual, hay varios conceptos que, ahora también son fluctuantes. El primero de ellos, y con el que estamos más relacionados, es la orientación sexual. Esta hace referencia a la atracción sexual que alguien puede sentir; por ejemplo, si solo siente atracción por personas del sexo contrario, será heterosexual. Si siente atracción por personas del mismo sexo, será homosexual, mientras que si siente atracción por una persona sin tener en cuenta su identidad sexual o de género, será bisexual.

Y es aquí también donde entra en juego la identidad de género que, pese a poder confundirse con la identidad sexual, va mucho más allá. La identidad de género hace referencia a la percepción que una persona puede tener sobre sí misma en cuanto a su propio género, y esta podría coincidir con la percepción de su identidad sexual, pero también podría no hacerlo.

Género y sexo biológico, dos conceptos diferentes

El sexo biológico es aquel que se ve claramente representado en nuestros genitales, hasta ahí todo claro. Pero, entonces, ¿qué es el género? Pues el género sería, entonces, el conjunto de características que cada sociedad asigna a hombres y mujeres. Según la Organización Mundial de la Salud, el género hace referencia a "los roles socialmente construidos, comportamientos, actividades y atributos que una sociedad considera como apropiados para hombres y mujeres". Es decir, que mientras que el sexo es algo biológico, el género es social, algo que los seres humanos hemos construido y en torno al cual hemos edificado todas nuestra cultura.

Por ejemplo, en la cultura Occidental hablamos únicamente de dos géneros: hombre y mujer. Y ahí reside el problema que podríamos tener luego al tratar de diferenciar identidad de género e identidad sexual, porque creemos que al existir solo dos tipos de genitales distintos, solo hay dos identidades de género. Pero nada más lejos de la realidad. Si entendemos la identidad de género como un amplio espectro donde mujer está a un extremo y hombre está al otro, ya podremos ver que en medio quedan multitud de identidades de género igual de válidas.





Cisgénero

Cisgénero (abreviado cis- o ci-, para simplificar) es un neologismo y tecnicismo de origen alemán propio del campo interdisciplinario de los estudios de género, término que es utilizado para hacer referencia a aquellos individuos cuya identidad de género coincide con el sexo de su etapa de gestación. Lo opuesto a cisgénero es denominado transgénero.

El neologismo y tecnicismo cisexualidad fue introducido en 1991 por el psiquiatra y sexólogo alemán Volkmar Sigusch para establecer que, ya que hay transexuales, debe haber cisexuales y que la suposición común de la evidente existencia de coincidencia entre género sexual e identidad sexual no es tan evidente...


Transgénero 

El término transgénero hace una referencia a las personas cuyas identidades de género son diferentes del sexo​ o el género que se les asignó al nacer.

El término se aplica, en general, al estado de la identidad de género, que no se corresponde con el género asignado (la identificación biológica de si se es hombre o mujer en función de los cromosomas o genital). También se aplica a una variedad de individuos, conductas y grupos que suponen tendencias que se diferencian de las identidades de género binarias (hombre o mujer).
Porque las personas no experimentan sus géneros de la misma manera, otros conceptos e identidades, 
el término también se puede referir a:
  • "Persona cuya identidad no se conforma sin ambigüedades a las normas convencionales de género masculino o femenino, pero que las combina o se encuentra entre ellas."​
  • Personas con un género natural definido, pero que tienen disforia en su identidad de género.
  • "La no identificación con, o no presentación como, el género que a uno le fue asignado al nacer."
Un individuo transgénero puede poseer características que normalmente se asocian a un determinado género, identificarse de otra manera dentro de los género binarios o identificarse con un género no-binario, una mezcla de ambos o ningún género. Se les llama identidades transgénero a los términos que se relacionan con la expresión sexual que presenta discordancia entre la identidad de género, el sexo biológico o mejor dicho los naturales géneros tradicionales...


Intersexualidad

La intersexualidad es una variación orgánica por la cual un individuo presenta discrepancia entre su sexo y sus genitales, poseyendo por tanto características genéticas y fenotípicas propias de varón y de mujer, en grado variable.

​Puede poseer, por ejemplo, una abertura vaginal, la cual puede estar parcialmente fusionada, un órgano eréctil (entre pene y clítoris) más o menos desarrollado y ovarios o testículos, los cuales suelen ser internos.

Es una cuestión principalmente externa. Es un error común pensar que un intersexual es "hombre y mujer a la vez". Es imposible que una persona tenga el sistema reproductor para la gestación de un feto, exclusivo de las mujeres, y a la vez tenga la capacidad de generar semen con espermatozoides, capacidad exclusivamente de los hombres. La intersexualidad se caracteriza por una ambigüedad genital dentro de una escala de severidad y se puede empezar a manifestar en cualquier momento desde el nacimiento hasta la adultez...


Género fluido

Se entiende que un individuo es de género fluido cuando no se identifica con una sola identidad de género, sino que circula entre varias. Comúnmente se manifiesta como transición entre masculino y femenino o como neutralidad, sin embargo puede comprender otros géneros, e incluso puede que se identifique con más de un género a la vez.

Las personas que se identifican como de género fluido pueden sentir el cambio de identidad a largo o a corto plazo; entre años, meses, días, etc. También puede ser asociado o confundido con el genderqueer...


Género no binario

Género no binario, también conocido como genderqueer, es un término que designa a las identidades de género que no se asimilan en los espectros de los géneros binarios (masculino y femenino) y que están fuera de la cisnormatividad, pudiendo manifestarse como un abanico de géneros alejados de los géneros binarios.1​ El término no debe confundirse con el término queer, que designa a cualquier tipo de minoría sexual que entre bajo los parámetros de las identidades LGBTI...




Teoría Queer

La teoría queer es un conjunto de ideas sobre el género y la sexualidad de las personas que sostienen que los géneros, las identidades sexuales, y las orientaciones sexuales, no están esencialmente inscritos en la naturaleza humana, sino que son el resultado de una construcción social, variando en cada sociedad.

Rechaza la clasificación de los individuos en categorías universales y fijas, como: varón, mujer, heterosexual, homosexual, bisexual o transexual; pues, considera que están sujetas a restricciones impuestas por una cultura en la que la heterosexualidad es obligatoria; así como la heteronormatividad y el heteropatriarcado. Estas categorías serían ficticias y esconderían un número enorme de motivaciones políticas apoyadas por la sexología, una ciencia que no ha sido totalmente teorizada.

Contra el concepto clásico de género que parte de la distinción a partir de la "heterosexualidad natural" aceptada como normal (en inglés straight, es decir "recto"), contraria a lo "anómalo" (en inglés queer o "retorcido"); consideraría que todas las "identidades sexuales" son igualmente anómalas, incluida la heterosexualidad.

Critica las clasificaciones socio-sexuales de la historiología, psicología, filosofía, antropología y sociología tradicionales, basadas habitualmente en el uso de un solo patrón de segmentación paternalista —sea de clase social, de género, de etnia o de nacionalidad poscolonial— y sostiene que las identidades sociales, condicionadas por la naturaleza sexual, se elaboran de manera más compleja como intersección de múltiples grupos, corrientes y criterios.

En América Latina han surgido corrientes que han cuestionado la coherencia de los principales referentes de la teoría queer estadounidense y europea, por la aparente reproducción de una contradicción al cuestionar muchos de los mecanismos normalizadores que combatirían, dado que imponen globalmente la expresión inglesa queer para referirse a toda la diversidad sexual, desde una posición elitista y académica, sin significado político.​

Además, en el caso del colectivo LGBTI, del que han salido la mayoría de referentes de la teoría queer, históricamente esta comunidad ha tenido una condición marginal o periférica; pero al afirmar que todos las deseos sexuales humanos son igualmente singulares se desmiente esta condición periférica y se invisibiliza la discriminación a la que se enfrentan las personas LGBTI cuando son percibidas como marginales, promoviendo así una institucionalización que es en algunos puntos acorde con el discurso heteronormativo/patriarcal.

Respalda la plasticidad de la naturaleza sexual humana, en la que el sexo no se entiende en términos morales, sino en términos de erotismo, posición jerárquica o responsabilidad social. El concepto de identidad sexual (hetero-, homo-, bi- o transexual) estaría mistificado; resultando ficticio y limitante, al considerar a cada ser humano más diverso que cada categoría por sí misma, debiendose calificar en su lugar cada acto, fantasía o deseo puntual.

Más recientemente, nuevos aportes queer surgidos del diálogo Sur-Sur, están proponiendo líneas de reflexión autónomas sobre la misma cuestión...

CONTINUARÁ...





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Testo yonqui

→ Beatriz Preciado pone en escena una profunda reflexión acerca del lugar (subalterno) de las mujeres en las sociedades occidentales y una documentadísima investigación de cómo llegamos al punto en que nos encontramos actualmente.

Pero también, y aquí lo explosivo de esta obra, es la propuesta de una matriz novedosa para pensar el momento histórico que habitamos y que Preciado bautiza de manera sugestiva: Era Farmacopornográfica. Luego de los regímenes esclavista e industrial, alrededor de los años setenta se pone en marcha un nuevo tipo de "gubernamentalidad del ser vivo" (en términos de M. Foucault): la regulación de los cuerpos. En este sentido, Preciado se aboca a reconstruir una genealogía de las transformaciones de la industria del último siglo, haciendo foco en la gestión política y técnica del cuerpo, del sexo y de la sexualidad, que según sus auspicios será el área de negocios más importante de este nuevo milenio. Dicho de otro modo, Preciado entiende que resulta hoy filosóficamente pertinente llevar a cabo un análisis sexopolítico de la economía mundial.

Esa es la tarea que se impone en Testo yonqui y de la cual sale completamente airosa. Desde el punto de vista genérico, Testo yonqui es un ensayo; dual, poroso, en constante transformación. Género abierto y definido por su falta de clausura, es la perfecta expresión –a nivel textual– de las ideas de la autora a nivel político. Ensayo profundamente comprometido con las causas "de género", pero también "ensayo corporal", protocolo de autointoxicación a base de testosterona sintética...



Dra. Sayak Valencia


→ Entrevista a Caro Gero
le médique que obtuvo el DNI sin indicación de sexo
Cambiar El Mundo desde el Propio Cuerpo







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